Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se
hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les
dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuandolos discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. (Jn 20,19..)
Con profunda alegría y gratitud, del 26 al 28 de abril recibimos en el Centro Nacional de
Hogares Nuevos en Amozoc, Puebla, la visita de nuestro fundador y presidente, el Padre
Ricardo Facci. Su presencia fue un verdadero regalo de Dios que propició momentos de
escucha, reflexión, diálogo, acompañamiento y animación para todos los miembros de la
Obra en México.
El viernes 26 de abril, el Padre Ricardo acompañó el retiro espiritual de los matrimonios
comprometidos y consagrados. Al finalizar este espacio de reflexión y oración, varios
matrimonios renovaron sus compromisos dentro de la Obra. Más tarde, celebramos la Santa
Misa, durante la cual algunos matrimonios realizaron su compromiso definitivo, en un
ambiente de profunda fe y entrega. Concluimos esta jornada compartiendo fraternalmente los
alimentos.
El domingo 27 de abril, Día de la Divina Misericordia, el Padre Ricardo dedicó un tiempo
especial para reunirse con la Comisión Nacional de Hogares Nuevos y el Equipo Coordinador
del MHHN México. Durante dos horas, escuchó nuestras inquietudes, experiencias y desafíos
en la misión que el Señor nos ha confiado en nuestras respectivas diócesis. Sus palabras
fueron de aliento y esperanza, animándonos a perseverar en la búsqueda de la santidad en
cada familia.
Más tarde, celebramos juntos la Eucaristía, presidida por nuestro Fundador y presidente y
concelebrada por nuestro asesor nacional, Pbro. Marcelo Soto Campos; y el Pbro. Miguel
Sánchez, párroco de la comunidad de San José La Hacienda. En su homilía, el Padre Ricardo
reflexionó sobre la misericordia del Señor, destacando cómo esta se hace presente en la vida
familiar y matrimonial, invitándonos a vivirla como un don que transforma nuestras
relaciones y nos guía hacia la santidad. Citó las palabras de Jesús: «La paz esté con ustedes»,
recordándonos que la paz de Cristo es un regalo que debe reinar en nuestros hogares.
También destacó la bienaventuranza de aquellos que, como nosotros, creen sin haber visto,
alentándonos a vivir con una fe firme y confiada en la promesa de Dios.
Fue una jornada de intensa vivencia espiritual, alegría y unidad. Participaron numerosas
familias provenientes de las 22 comunidades de Puebla, así como de las diócesis de Ciudad
de México, Orizaba, Querétaro, Tlaxcala y Oaxaca. Al concluir la misa, compartimos los
alimentos como signo de comunión y fraternidad.
Damos gracias al Señor por esta visita tan significativa, que renueva nuestra fe y fortalece
nuestro compromiso con la misión de construir hogares según el corazón de Cristo.


